viernes, 29 de enero de 2010

La Gordita Feli


A mis hermanos:


A felicidade do pobre parece

A grande ilusão do carnaval

A gente trabalha o ano inteiro

Por um momento de sonho

Pra fazer a fantasia

De rei ou de pirata ou jardineira

e tudo se acabar na quarta feira....

.

La Feli es una gordita avasalladora que suele llegar a la casa de cualquiera de nosotros llena de valijas y baúles, por lo que ante su llegada resulta imprescindible, hacer una buena limpieza con el barredor de tristezas para que pueda instalarse a sus anchas.


Cuentan las malas lenguas que la gordita Feli nunca toca a la puerta de las gentes armadas, pues las gentes armadas suelen poblar sus casas de demasiados objetos, tantos, tantos, tantos... que los propios sujetos que las habitan deben caminar de lado y encogiendo sus barrigas para transitarlas.


Cuando la gordita Feli entra a tu casa, parece que las paredes se pintan solas y te das cuenta que los colores pueden ser infinitos cuando la queremos mucho.

La Feli también se hace cargo de la música, y entonces bailamos y cantamos... también jugamos y abrazamos y besamos y reímos y somos lindos todos y todo el tiempo.


Lo raro es cuando la empezamos a disfrutar, la gordita ya está empacando nuevamente para marcharse, y aunque le pidamos que se quede un rato más, o que deje sus cosas, total va a volver, la gordita hace oídos sordos y se marcha sin dejar vestigios.


Algunos detractores de la gordita Feli, dicen que nunca visita la casa de los que no tienen casa o de los que raramente comen, que en el primero de los casos es porque no puede tocar a la puerta, y que en el segundo es porque como buena gordita le gusta comer, y si no hay comida pierde su razón de ser.



Isabel Estercita Lew

viernes, 22 de enero de 2010

NO ME DESMAGICO


Quizás todas tierras tuvieron la oportunidad de darse a la magia, quizás así eran los buenos tiempos cuando el entonces no jodía. Quizás las personas fuimos mágicas y la tierra obedecía.

Sea o no sea lo que fuera o fuere, hoy, nuevamente, pisando en punta de pie esta mi otra tierra que aún no entendió del todo lo compatible entre magia y rebeldía, y luego de vencer aduanas contrabandeando orexás, magos amazónicos y alquimistas, y sin el menor deseo de desmagicarme, paso a abrir las cortinas de mi Botiquín, y los invito a la valentía de beber de esta pócima nueva, huele a sexo, a ironía, a ese Déjà vu que podés estar sintiendo en este exacto momento…


La magia me chupa el oído sin discreción, me grita apasionada que odia ser temida, que le place ser amada…

Pues hagámosle el amor a la magia con toda nuestra magia!


Isabel Estercita Lew