viernes, 11 de noviembre de 2011

11 del 11 del 11, hagámoslo, acabemos aunque el mundo no…

Amenazas numéricas, sinfines de pronósticos de fin de mundo, ese miserable y personalista fin de mundo de críticos vitalicios que apuntándole al petit chot de su propia inoperancia, juegan a ser verdugos de cualquier impronta colectiva.

Gono Rea Lew

Hoy 11 del 11 del 11, morirá y nacerá gente, chocarán varios vehículos, es probable que no caiga ningún avión, en algún lugar del planeta lloverá, caerán piedras, nieve, quizás se incendie un bosque y se inunde alguna plantación. Hoy 11 del 11 del 11 más de una niña morirá de amor y miles de hombres y mujeres conocerán por primera vez sus placeres. Hoy 11 del 11 del 11, los chorros saldrán a robar, los vendedores a vender, los maestros a enseñar, los mendigos a mendigar, las putas a trabajar, los pintores a pintar. Hoy 11 del 11 del 11, miles de mujeres morirán por maltrato, violación o aborto precarizado. Hoy 11 del 11 del 11, diez mil niños morirán de hambre y desnutrición transformando el día de hoy en el mismo día de mierda de ayer y de mañana

El mundo puede acabar en cualquier momento, muchos hombres vienen empeñándose día a día para tal efecto, pero “los actuales autoconvocados mensajeros del destino, deberían reconocer que al mundo no se la canta acabarse cuando a ellos se le ocurra y que las fechas del calendario humano pecan de serventía también humana por lo tanto incierta

Isabel Estercita Lew



domingo, 9 de octubre de 2011

Olhos nos olhos


Deseé, pensé y por último imaginé que estaría bueno anunciar mi deseo de encontrar un candidato nocturno y… sin panza, para entablar relaciones esporádicas entre mis piernas. Esto también viene a cuento de mi manifiesto anterior: No sería necesario preocuparme con el gasto en bellas ropas quitables… Pero que cagada! Sí no tengo bellas ropas para quitarme tendré que quitarme lo de abajo de mi piel y más allá de mi piel… estar en carne viva, de piernas abiertas, y reconocerme en el ahora como único espacio real… ???

Gono Rea Lew

Borro, borro, me borro en lo escrito… no llevo lo que no puedo cargar, no cargo más quilos que mi peso, ni más tamaño que mi estatura, sin embargo cargo el peso de mi alarde, la estatura que derroché sin tamaño, el hincapié que le clavé al delirio de mis delirantes… me borro de lo borrado y me vuelvo a borrar para estar segura de no existir en el apagón iluminado de mi clara oscuridad.

Las Lew de mí

viernes, 30 de septiembre de 2011

EL ABRAZO RECONTRAPARTIDO


Al principio parecía que lo más relevante de la noche serían mis bellas piernas y los aburridos comentarios al respecto, pero luego la enorme mesa ya dividida en varias partes, acabó trazándose en dos, la de ellos discutiendo el sabor, el trabajo y el valor de las comidas Roshashanaescas, el otro lado, el nuestro, sobre la incidencia de un tío violador en la infancia de nuestras vidas. Las comidas prevalecieron aunque sus sobras a la espera de indigentes en tacho de basura. Lo del tío violador acabó siendo minimizado, derogado, sin efecto a los efectos de una de sus últimas víctimas, la que negando su dolor gritó de que mierda sirve el pasado, no lo puedo resolver… el viejo de mierda esta muerto, nunca más me va a coger, o lo intentará…

- ¿El hijoderemilputas te violó?

- No, no me cogió, yo era muy chica para entender de eso.

- El hijoderemilputas te violó!

- La cena estuvo buenísima, tus piernas son hermosas…

Isabel Estercita Lew

lunes, 18 de julio de 2011

Pobre lindo, si como dicen LAS APARIENCIAS ENGAÑAN


Las apariencias engañan, otras traicionan al punto de meternos unos cuernos más grandes que nuestro culo. Algunas nos advierten sobre la necesidad inmediata de pedirle un turno al oftalmólogo o de ir reservando un bastón blanco con lazarillo incluido.

Gono Rea Lew

Aquella noche mi bajo ego no le hacía asco a nada. Mis oídos gestionaban lo escuchable y en el caso de fallarle el trámite por falta de recursos le mandaban mensajitos a mis interconexiones neuronales para que pudieran substituir los textos de cualquier lindo versero por los que quería escuchar. Pero esta vez ni me di el trabajo de lo último, estaba segura que él era como el futuro demodé que nos reservaban las puteadas enfáticas, altisonantes, grandilocuentes y truchas del Tano Pasman, pero innegablemente lindo y con seguridad versero, aunque no lo llegué a comprobar..

No es de mi agrado comenzar un relato anunciando el veredicto final, me parece pésimo, es aburridísimo darle fin a lo que no llegó a comenzar. Pero no es el caso, le rogué silencio, me lo traje a casa, nos llenamos de vino y después de un par de besos el lindo se incorporó e indignado me dijo que se iba, que por favor le pidiera un taxi, que ya no podía soportar más a mujeres locas como yo, que le tapaban la boca sin siquiera escuchar que los lindos como él también pueden pensar y que necesitan decir.

Lo vi irse molesto, y traté de reflexionar sobre el hecho de juzgar a las personas sin conocerlas mientras bostezaba ya abrazada a mi almohada y pensando sin culpas que lo llamaría al día siguiente si supiera su nombre y tuviera su celular.

Isabel Estercita Lew

miércoles, 13 de julio de 2011

TRISTEZA NÃO TEM FIM, FELICIDADE SIM


A felicidade é como a pluma
Que o vento vai levando pelo ar
Voa tão leve
Mas tem a vida breve
Precisa que haja vento sem parar

Gono Rea Lew

No me siento bien, la tristeza se me instaló sin intención de una corta visita.

La veníamos remando, digo, la tristeza y yo. Con total respeto, la veníamos remando.

Ella para un lado, yo para el otro, como buscando el mismo objetivo de no encontrarnos.

Que se nos dieron vuelta los remos? Que las corrientes se enloquecieron?… quizás ella no soportaba mi alegría, quizás yo no soportaba la tranquilidad de sus lágrimas, quizás ella no soportaba la soledad de mi alegría, quizás no soportamos la soledad de la triste alegría.

Y un día sin más ni menos nos fuimos tocando, nos fuimos besando… Fue ese beso, esa caricia…

Yo sabía que no debía besarla, sabía que no debía tocarla. Sabía, claro que sabía del irresistible erotismo que me desperta la tristeza. No pude evitarlo, dejé que me lamiera el cuerpo y mucho más, dejé que me besara más adentro de todos mis adentros, que besara todas las bocas de mis bocas…

Le dí todos los permisos y también los permisos de los permisos.

Es sabido que a la tristeza le encanta el poder y que ante cualquier entrega se siente poderosa, por eso me elogió los lugares más íntimos de mi feaza y de mi belleza, sin discriminar a ninguna de ellas. Se concentró en los agujeros más sensibles de lo único lindo que tengo corazóncuerpo, y sin importarle mis órganos me besó la plenitud como nunca antes, me provocó orgasmos inaguantables hasta preñarme absolutamente de toda la tristeza que la tristeza posee.

Cuando preñada del todo y sin posibilidades de aborto le advertí que jamás pariría su engendro, repentinamente se despojó de toda la seducción invertida anteriormente, se dio vuelta en la cama quitándome las frazadas, y bostezando, lista para dormir y roncar, simplemente me dijo: jodete linda, ya no puedo evitarte.

Isabel Estercita Lew

sábado, 21 de mayo de 2011

ANALOGÍA DIGITAL


Recorro tus surcos y te reproduzco en mi cuerpo con todas las variables de distancia, temperatura, velocidad y frecuencia. Te quiero con todos los ruidos e incertezas, con la seguridad de lo inseguro, con la calidad que voy aprendiendo en cada puntada de caricia, en cada remache de beso.

Pero también me entrego a tu querer discreto, sin fallas, sin agujas ni ruidos, y hasta me tientan tus incontables circuitos lógicos, tu modo tan digital de amor.

A veces logramos esa fusión gloriosa de vinilos y compactos, esa fusión tan fuera de sí, tan nuestra, tan sudaca, ese ensamble que ni siendo sus autores conseguimos piratear.

De vez en cuando me entrego a la perfección de tus brazos, de vez en cuando me escapo de ellos buscando el ruido de mi vinilo, buscando el tesoro de la última púa que salta obstinada en el te quiero de una melodía que jamás se repetirá.

Isabel Estercita Lew

sábado, 9 de abril de 2011

FIRULETE DE PIERNAS SIN DOGMAS


Si me sabés llevar, soy fatalmente linda!

Gono Rea Lew

Primero sacame a bailar, después ya es hoy, ya es presente, ya es nuestro abrazo arrabalero y no nos importa observar el suicido del ocio… sigo tus pasos, me llevás en el 2 x 4 de este tangazo primitivo, y siento que me muero para renacer más bella que la melodía del Lunfardo de Piazzolla. Renazco en todas las lenguas del mundo, el tango ha perdido su idioma para encontrar el entendimiento en los brazos que te marcan, en los brazos que te seducen las piernas que van queriendo acompasarse, de estas piernas que se entregan y que se abren para siempre en tu compás.

Así me siento haciéndonos ritmo penetrante, movimiento desesperado de fin de mundo, esa última cadencia sabia que no ha perdido lo legítimo del instante eterno, por acaso y por fortuna, el último instante de respiración. Así siento tus brazos que van más allá de mi vientre y tu codicia, así siento la desesperación de tus pasos dentro de mí.

Ya no me interesa el futuro sin futuro de la muerte, pues en este compás mortal renazco entre tus brazos de abrazarme, entre tus abrazos genitales que voy jadeando hasta que la vida con su carga de muerte nos separe o nos junte firulete de piernas sin dogmas, firulete del tangazo de la vida que termina comenzando.

Amen, amor.

Isabel Estercita Lew

jueves, 24 de marzo de 2011


Aunque todavía no terminé de preparar la valija, en pocas horas embarco como siempre, para mi otra tierrita, la del samba y la samba, en femenino de mujer mulata de caderas generosas, la de la caipirinha, la que se ha ganado en sangre, y amor la mitad de mi vida.

Siempre traté de ganarle al tiempo, pero al desgraciado ni se le ocurre competir conmigo, para qué si en su categoría siempre me gana, lo que no significa que yo pierda, quizás signifique que mientras yo estoy viviendo, pensando como hacer y sintiendo lo que hago, el tiempo pasa de largo, sin esquemas, miramientos o esmeros. Pero cada día me convenzo más de que el tiempo es una ilusión que por suerte no deja de desilusionarme.

Hasta pronto, y a destruir el tormento de los malditos relojes

Isabel Estercita Lew

domingo, 13 de marzo de 2011

El conventillo de las palomas reguetoneadas.


Y a todos les digo lo mismo: el día que me lleves en tu compás de tango, te juraré amor eterno.
¿Faltaría decirles que bailo muy mal este ritmo, pero para qué?
Gono Rea Lew


El conventillo de hoy tiene muchas palomas, quizás ninguna de blanco acariciando con su canto escalera abajo a los trabajadores cansados de su jornada. Conserva de todos modos su cocoliche, pero ahora de nuestra América, esa mezcla de extranjeros y capitalinos, todos paridos por inmigraciones de pobreza. Antes también fue así, pero parece ser que para ciertos porteños la estética de los pobres europeos es más bella e apropiada que la nativa.

Hoy en el conventillo no hay tanos, ni gallegos, ni turcos, tampoco aquel porteño del sainete de Vacarezza, pero como cualquier comunidad, no faltan los chimentos, los celos, la solidariedad, el amor, la creatividad y todo lo que concierne a la vida.

Dicen que hoy el conventillo tiene palomas pardas, palomas negras y multicolor, que cambiaron al tango y a la tarantela por el reguetón, dicen que hay un viejo mirador de tetas que se conoce la historia del Maldonado, del conventillo y mucho más, que cuando el viejo se enferma siempre hay un Tito que lo viene a ayudar, pero que al viejo hay que sobornarlo con vino y otros tintos para que se anime a contar. También dicen que hay una entrerriana de más de ochenta que nada ha de contar, que no le faltan las ganas, pero no puede recordar.

Dicen que en el conventillo hay una casa abel-abierta-hilda-empanadas, ese tipo de casa que nunca se cierra para los que quieren entrar.

Dicen que antes de que el viejo dueño estirara la pata, aprovechando su demencia le hicieron firmar, un trucho papel higiénico para rajar a todos y una inmensa torre plantar.

Dicen que fue entonces, y no antes de eso, que todos ellos se empezaron a movilizar, que los vecinos, que patrimonio histórico…

Dicen que ninguno de ellos se creyó la farsa, que ni siquiera se les ocurrió dejar de conventillar. Y dicen que entre mates, cocoliches latinos y Marianos-reguetón, el conventillo va resistiendo como paloma parda, como paloma conventillera, como paloma-multicolor.

Isabel Estercita Lew

martes, 8 de marzo de 2011

Básico





No me importa lo que digas

si decís lo que me importa

no me importa lo hagas

me importa lo que hacemos

no me importa lo que será

me importa lo que es ahora

y ahora que no estamos

de vos no me importa nada


Isabel Estercita Lew

viernes, 25 de febrero de 2011

ARMA DE DISPARAR DISPARATES


Tengo varias armas que por desuso no me funcionan,

pero la de disparar disparates, nunca me falla.

Gono Rea Lew

Que entrenen a hombres y mujeres en programas sociales de emergencia para que reaprendan el hábito de las caricias. Y aún más, que se haga una campaña de salud pública para la prevención de la letal tristeza permanente.

Que sea ley, que se imponga en las empresas, en la vía pública, en el transporte, en las escuelas, en el futbol, entre amigos y parejas.

Que ni porteros, periodistas, policías o soldados reciban su sueldo sin aprobar la materia. Que les vendan armas obsoletas a los ladrones que no sepan de caricias.

Y que sean inhibidos los títulos de jueces, fiscales y abogados que reprueben la materia.

Y sobre todo, que no me mires, que no me hables y que no intentes seducirme, si no sos erudito en caricias, si no sos el profesor de todos ellos.

Isabel Estercita Lew

jueves, 17 de febrero de 2011

De frente, Tristeza



Para hacerle frente a la tristeza, para desafiarla y darle pelea a fondo, para vencerla,

vale cualquier estrategia. Vale todo.

Gono Rea Lew

La tristeza es pesada, invasiva, dominante, autoritaria y suele pisar fuerte.

A la tristeza la risa no le preocupa para nada, pues la siente como una mera ventana de dientes y sonido.

Se toma su tiempo y cuando el silencio, vuelve con toda su carga, fuerza y poder.

La tristeza es invasora y dañina, cuando consigue establecerse produce cambios importantes hasta en lugares que están fuera de su área de distribución, y además poniendo en peligro el significado e identidad del receptor.

Pero la libertad la descoloca, y aunque la libertad y la estrategia no tengan nada en común, a veces se otorgan una que otra placentera relación carnal, y entre el placer, entendimiento.

Ambas saben que la tristeza no le tiene el mínimo respeto a la libertad.

A la tristeza le causa gracia la libertad y se ríe de ella, y al reírse tanto de ella le caen lágrimas de sí misma, lágrimas que la destiñen, que destiñen su identidad y entre lágrimas y risas se confunde, pierde peso, autoridad, carga, y por último su cargo, su triste cargo de tristeza.

Isabel Estercita Lew

viernes, 4 de febrero de 2011

EL TIEMPO ES UN DROGÓN MAL AMADO




Si querés perder, peleate con la soledad hasta comprobar que no tiene rivales.

Gono Rea Lew

No es fácil este adiós al que no se le agotaron los besos. Ni mantener la decisión aunque menos firme que la mirada que nos miramos luchando para despegarnos.

No es fácil esta militancia de dignidad, que prefiere matar a golpes el deseo antes de que tornarlo insignificante.

Dicen las tontas lenguas que el tiempo lo cura todo.

Tontas, pelotudas lenguas que no lamieron muertes súbitas ni le tocaron los genitales al cáncer.

El tiempo empapela con variedad de formas y consignas las paredes manchadas sangre y dolor, el tiempo es más jodido que los narcos, pues se empeña en traficar la droga del olvido consumida por los idiotas en potencial. El tiempo es un drogón mal amado, mercader y asesino del ardor, mil veces más estúpido que la esperanza del optimista. El tiempo modera y mitiga la intensidad, y para que no sufra le rompe el culo millones de veces sin que lo note.

Decidí sepultar con mis propios labios nuestros besos, decidí quemar los vestigios de nuestros cuerpos en las sábanas, decidí que nuestras charlas sean cuento viejo o la insoportable sopa que odian los niños.

Decidí amputar los caminos de nuestras manos dadas, borrar definitivamente la banda visual y sonora de nuestras vidas juntos. Decidí donar todas mis lágrimas y también las tuyas a los ríos para que desborden de penas inútiles, para que se tornen mares desenfrenados, promiscuos y violentos. Para perderme entre sus olas hasta ahogar el nosotros, para que me devuelva en resaca a esa playa mía de mí, a esa playa donde no existen nosotros.

Isabel Estercita Lew

domingo, 30 de enero de 2011

ROMANCE O COSA POR EL ESTILO DE LA BESTIA BASTANTE ALADA Y EL ABSURDO




Cuentan que era una Bestia Bastante Alada, con sexualidad definida aunque no rotunda.

Por negligencia de sus padres e descuido del resto, podría decirse que su exceso de libertad era más que genético, podría decirse, que parecía tratarse de un descuido de la naturaleza.

De todas formas creció y tuvo tetas como cualquier chica, y se enamoró varias veces como cualquier persona, hasta que se enamoró del Absurdo como casi nadie y lo besó de todas las formas como solo ella.

La Bestia Bastante Alada y el Absurdo volaban juntos aunque para distintos lugares hasta caer cansados en el mismo sitio para después amarse como bestias absurdas.

Pero un día el Absurdo se dio cuenta de que volaba, le pareció sensato y eso le dio mucho miedo, esperó a que la Bestia Bastante Alada cayera a su lado como tantas veces, y como una bestia le cortó las alas absurdamente.

Isabel Estercita Lew

miércoles, 26 de enero de 2011

Muerte de una caricia, o una caricia muerta




Estoy culo p´ arriba aprovechando mis vacaciones,

la loca y sus caricias vivas o muertas me ne fregan

Gono Rea Lew


Dicen que las caricias que no alcanzan su objetivo tienen vida corta y que por eso se mueren para siempre y aunque sepamos que la muerte es para siempre, la aclaración no redunda para aquellos que no las reconocen humanas.

Este escueto prólogo viene a cuento, pues hace unos momentos vi una caricia caer de mis manos sin mi consentimiento para luego agonizar y morir. Debo admitir que en ese momento puse todo mi empeño para tratar de revivirla, que utilicé todos los recursos y herramientas de ternura en mi haber, pero fue inútil. Ni siquiera pude darle una cremación decente, o un adiós indecente, la desgraciada caricia se evaporo como pancha por su limbo.

Yo sé que podría haberme olvidado de esa caricia inmediatamente, total a mis manos generosas ni se les ocurriría dejar de concebir caricias, pero el caso es que esas caricias tenían un dueño y no tuve más remedio que matarlo al morirse ella, y todo eso para que se acompañen en el limbo o donde sea, para que lo fue y aunque ya no sea no se muera tan solo, solito, para que al menos lo acompañe una caricia muerta.

Isabel Estercita Lew