
A mis hermanos:
A felicidade do pobre parece
A grande ilusão do carnaval
A gente trabalha o ano inteiro
Por um momento de sonho
Pra fazer a fantasia
De rei ou de pirata ou jardineira
e tudo se acabar na quarta feira....
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Cuentan las malas lenguas que la gordita Feli nunca toca a la puerta de las gentes armadas, pues las gentes armadas suelen poblar sus casas de demasiados objetos, tantos, tantos, tantos... que los propios sujetos que las habitan deben caminar de lado y encogiendo sus barrigas para transitarlas.
Cuando la gordita Feli entra a tu casa, parece que las paredes se pintan solas y te das cuenta que los colores pueden ser infinitos cuando la queremos mucho.
La Feli también se hace cargo de la música, y entonces bailamos y cantamos... también jugamos y abrazamos y besamos y reímos y somos lindos todos y todo el tiempo.
Lo raro es cuando la empezamos a disfrutar, la gordita ya está empacando nuevamente para marcharse, y aunque le pidamos que se quede un rato más, o que deje sus cosas, total va a volver, la gordita hace oídos sordos y se marcha sin dejar vestigios.
Algunos detractores de la gordita Feli, dicen que nunca visita la casa de los que no tienen casa o de los que raramente comen, que en el primero de los casos es porque no puede tocar a la puerta, y que en el segundo es porque como buena gordita le gusta comer, y si no hay comida pierde su razón de ser.
Isabel Estercita Lew