
Sin dudas que de las mejores y más bellas cirugías se encarga el amor, y como sabemos, de las otras, la vanidad y el bien pagado cirujano
Gono Rea Lew
Hay unas piernas abiertas que aroman el semen que está por llegar, que rememorando el que contienen se hacen deseo incontinente y revolucionario, innovado por si mismo, un deseo que por desear pierde el aliento y se alienta convaleciente y va resurgiendo.
Hay pieles que pueden contemplarse y tocarse eternamente, cuando el hoy es siempre y está siendo.
Por eso la música en nuestras pieles, y por eso todos los ritmos nos bailan y nos bailamos, y mis besos le hacen ruido a mi voz que no sabe decir, y tus besos de besos y palabras le dan voz a mis silencios.
Es tan hondo tu abrazo que dan ganas de desmayarse todo el tiempo para despertarse todo el tiempo, y seguir sintiéndote dentro de mío, y pegarle mal y fiero al tiempo para seguir y estar sucediendo cuando sucedemos.
Entre el insomnio y la vida, nos voy soñando despierta, y sucedemos mientras te beso el beso, mientras nos besamos el deseo desde todos los lugares, y te siento inmenso, intenso, sumergido entre mis piernas, y yo entre las tuyas, entre las nuestras que aprietan al tiempo y se hincan doblándole las agujas al reloj, y sangran coagulándose luego, ilusionando al tiempo para seguir y seguir, para desear, y seguir sucediendo.
Isabel Estercita Lew