miércoles, 16 de abril de 2008

Las Puertas



Las puertas

Pensé en tantos tipos de puertas, porque hay muchos tipos de puertas, comerciales, particulares y esenciales, también hay puertas prepotentes, y puertas obsecuentes, puertas pujantes y puertas remendadas, cargadas de amores, permisiones y dolores. Seguramente hay puertas que dan vergüenza, puertas que deberían cambiarse, puertas que te recuerdan cada día que están malditas, y a que al hogar de uno se entra por la puerta, y que el hogar de uno no puede estar maldito por ninguna puerta, después de todo, la puerta es un objeto, por cierto bastante representativo, y hablando de puertas debo admitir que la de mi casa no me agrada… no es su forma, ni su madera gastada, no es su cerradura problemática, ni sus bisagras que están bastante bien… son sus parches, y ahora viene el golpe bajo… a esa puerta la reventaron los milicos que allanaron mi casa y una vez allanada hicieron varias cosas que yo no sé del todo, probablemente siempre persistirá una sombra de duda, debo admitir que por esa puerta pude salir el día anterior al allanamiento, y de cierta forma gracias a la interesante servidumbre que se le otorga a este objeto que se abre y se cierra y así por delante, he salvado mi vida. Por cierto no estoy entera, algo quedó aprisionado en la puerta. Los parches ahora me avergüenzan, me suenan a cosa sin resolver, si yo fuera una puerta ya habría dicho todo lo que tenía para decir, habría obligado a los usuarios a cambiarme de ropa… pero no soy una puerta, y no mando en nadie que no sea yo misma… Esta puerta es un pelotazo bajo, y hasta que no la entienda del todo voy a ver un parche en la puerta, y gente adormecida tras ella…

Lo cierto es que las puertas son puertas porque tienen la finalidad de abrirse y cerrarse, si no se cerraran no serían puertas, y si no se abrieran serían muros.


Isabel Estercita Lew

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