Hay que luchar por cada bocanada de aire y mandar a la muerte al carajo, le dije copiando una frase del diario del Che, pero L ya estaba muerta antes de enfermarse, L ya estaba muerta cuando se enfermó y se enfermó porque se sentía muerta. Todos le hicimos respiración boca a boca, pero ella cerraba la boca y no se dejaba respirar.
¿Para que carajo pariste? Le pregunté. ¿Para dejar a tus hijos guachos? Le seguí preguntando, pero ella se sentía muy mal, mucha morfina, yo sabía, pero L además de moribunda era médica, y de las peores, nunca supo tratarse, se trataba muy mal.
Para mí fue una maestra cuando la conocí, me enseñó a fumar porros, a transgredir, a mirar un miembro con los ojos y con la boca, me enseñó que acabar no es tener que pedir perdón a ningún monasterio. Hoy disfruto, agradezco y gozo de casi todas sus enseñanzas.
Así era ella cuando aún amaba la vida, transgresora, libre, apasionada y en varias guardias de hospitales aún deben recordar sus memorables acabadas. Pero la doctora L no tenía carga para si misma y se disparó un cáncer y no quiso mandar a la muerte al carajo, por eso la odio de tanto quererla.
Dos años sin vos, turra, te quiero suicida.
Isabel Estercita Lew
¿Para que carajo pariste? Le pregunté. ¿Para dejar a tus hijos guachos? Le seguí preguntando, pero ella se sentía muy mal, mucha morfina, yo sabía, pero L además de moribunda era médica, y de las peores, nunca supo tratarse, se trataba muy mal.
Para mí fue una maestra cuando la conocí, me enseñó a fumar porros, a transgredir, a mirar un miembro con los ojos y con la boca, me enseñó que acabar no es tener que pedir perdón a ningún monasterio. Hoy disfruto, agradezco y gozo de casi todas sus enseñanzas.
Así era ella cuando aún amaba la vida, transgresora, libre, apasionada y en varias guardias de hospitales aún deben recordar sus memorables acabadas. Pero la doctora L no tenía carga para si misma y se disparó un cáncer y no quiso mandar a la muerte al carajo, por eso la odio de tanto quererla.
Dos años sin vos, turra, te quiero suicida.
Isabel Estercita Lew
10 comentarios:
Impresionante Isabel. Cuando escribimos con el corazón aparece este odio, que no es otra cosa que una forma diferente del amor.
Un beso
Es así Marce, un amor furioso y enojado
Beijo
Feliz día de la mujer!!
Patricio y AlexB
Muchas gracias chicos!
Besos
maravilloso amor. odiamos tanto la muerte que no podemos evitar amar mas a quien la reta.
Así es, Fero, menos mal que encontramos una vía poético para manifestar estos sentimientos.
Es difícil, Isabel Estercita, hacer poesía corta y precisa en un gran marco de amor y odio, cada cual en su tiempo y circunstancia.
Te comprendo.... te felicito.
Un beso.
Gracias Esteban, es siempre un gusto tenerte por aquí
Besos
- Estercita, como no vas a amar a alguien que te enseño a vivir libre. Hermoso tu escrito, con bronca, con pasión, con amor. Muchos besos. Ade
Es verdad, Ade,porque no puedo dejar de amarla me descompongo y compongo mi desahogo sobre esta turra amiga que amo
besote
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