viernes, 24 de octubre de 2008

Apología del crimen


A veces me dan muchas ganas de salir a matar canallas, yo sé que esas ganas las tenemos todos, pero estoy segura de que mis canallas y los tuyos son distintos, puesto que yo puedo ser tu canalla y vos el mío.
Pero si en lugar de pensarlo mucho, simplemente me dedicase a matar canallas, elegiría a los grandes, pues los canallitas, siempre súbditos de los grandes mueren por si mismos al perder a sus referentes.
Si mato a los grandes canallas que usurparon la tierra de los Mapuches, de los Tobas, de los cronopios y tantos otros, no les resolveré el problema, pero les quitaré la mayor piedra del camino, y ellos verán como siguen su vida.
Si mato a los grandes canallas que pudren la tierra, el agua y los cielos, esos que matan de hambre para saciar su asquerosa codicia, no resolveré el hambre, el cáncer o las putrefacciones que han dispuesto, pero quitaré la mayor piedra del camino para que eso no siga ocurriendo.
Ya no creo en revoluciones, ni concientizaciones, ni todo ese verso de justicia social que nos venimos comiendo… hay que salir a matar canallas, después que cada uno haga su camino, y si en ese camino nos tornamos canallas, alguien tendrá que salir a matarnos, a matar a los matadores de canallas.

Isabel Estercita Lew

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