viernes, 29 de febrero de 2008

Sueño o recaída?

Nacían plantas de mis plantas y eran como un próstata* maligno queriendo devorarme, les pedía que pararan, pero todo continuaba y en el fondo yo no quería que parase. Y así, medio humana y medio vegetal comencé a surgir, y no me daba cuenta que era yo hasta que me mordí la lengua y luego me la comí hallándola gustosa hasta percibir que me estaba comiendo a mí misma, entonces pensé que debía parar de hacerlo, pero no pude y gocé en un tremendo acto de auto-canibalismo que no me provocaba la mínima culpa, y ahora pienso que debería culparme por no sentir culpas, trato de hacerlo, me pego, me doy con el hacha, con cuchillos y tenedores, vierto el jugo de mi sangre, lo bebo, pero aún así, no consigo sentir culpas… ¿Qué está pasando conmigo? quiero odiarme, detestarme, deplorarme y no lo logro, y peor aún, siento una cosa tremendamente absurda, algo que se le parece al amor, me deseo, me seduzco, me busco, me encuentro y me hago el amor una y mil veces y no puedo parar. ¿Qué mierda me está pasando? Todo me sale bien, todo me excita y me provoca deseos, todo, lo mío. Ya lo sé estoy rotundamente loca, a quien se le ocurriría sentir tanta estima por sí mismo sin cuestionarse? ¿A quien se le ocurriría escribirse poemas a sí mismo? ¿A qué occidental
judeocristiano se le ocurría amarse, no sentir culpas ni nada por el estilo?
A nadie, a mi no se me ocurrió, a mí me ocurrió, solo eso, y el aire está puro, y respiro tranquila, y me hago la paja, la corte, el amor y otras cositas obscenas que no te las voy a contar, pajero.

* Coloquial Próstata, durante la primera inquisición le fue degenerado el género. Los atributos malignos en su amplitud le eran otorgados al femenino.

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