jueves, 18 de diciembre de 2008

Chin Chin!


No sé si espero que haya un gran cambio cuando comience a dar vuelta las hojitas del nuevo calendario, aunque no puedo negar que mi esperanza es vernácula y tozuda. Casualmente, mi amigo Aurélio me envió desde mi querido y saudoso São Paulo este texto del gran poeta brasilero del siglo XX, Carlos Drummond de Andrade, entonces lo acaricié, lo besé, lo abracé y lo traduje.
Chin chin!


"El que tuvo la idea de cortar el tiempo en tajadas, a las que se le dio el nombre de año, fue un individuo genial.
Industrializó la esperanza haciéndola funcionar en el límite del agotamiento.
Doce meses alcanzan para que cualquier ser humano se canse y tire la toalla.
Aquí entra el milagro de la renovación y empieza todo otra vez, con otro número y otro deseo de creer que de aquí en adelante todo será diferente"

Carlos Drummond de Andrade

"Quem teve a idéia de cortar o tempo em fatias, a que se deu o nome de ano,
foi um indivíduo genial.
Industrializou a esperança, fazendo-a funcionar no limite da exaustão.
Doze meses dão para qualquer ser humano se cansar e entregar os pontos.
Aí entra o milagre da renovação e tudo começa outra vez, com outro
número e outra vontade de acreditar que daqui para diante vai ser diferente"

Carlos Drummond de Andrade

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